Estoy harta, cansada. Yo creo que es demasiado (Demasiado de lo demasiado, o sea no sé si me explico). Hay que aflojar, relajarse. Tener salidas tranquilas con mis amigas, como hoy. Ver a mi familia, dar de vez en cuando un abrazo que reconforte hasta el espacio más cerrado de mi pequeño corazoncito y dejarme llevar, y reirme de cualquier cosa que se les ocurra. De la vejéz, que los "amenaza" como dijeron hoy, de ver a mi familia unida. De ver a mis amigos bien, de verlos en un estado de borraches un tanto insoportable, reirme de mí misma, de la vida, y de ellos con ellos. Todo eso me faltaba, y creo que con tres meses no hacemos nada, pero basta. Ya dije que era demasiado. Me esperan dos semanas en una casa con quince personas -sin exagerar-, un buen patio, un buen quincho con mucho pasto y una playa. Unas revistas, un libro y música.
No voy a pensar mucho en otras cosas y/o personas, ya está.
(A trabajar, me quedan diez mil paquetitos de algodon con hisopos para terminar y para gastar la plata en algún regalito para mí.)

Comentarios

Entradas populares