Siempre quise decirte algo simple con algo complejo. Quise darte la miel más salada, y la más dulce, aunque tuviera que inventarme un poco de cosas en mi cabeza. Siempre quise decirte la palabra justa, pensada, con un "poco mucho" de espontaneidad. Siempre quise buscar el momento justo, a determinada hora sin ver el tiempo. Quise darte los días de invierno más cálidos de tu vida. Quise buscar la forma de ordenarme en mi desorden y decirte de una vez por todas una palabra tan clara como un vaso de agua con ocho kilos de tierra ensima.
Quise pronunciar el silencio, y lo pronuncié tan bien que no dije nada. Ni lo simple con lo complejo, ni lo cálido con lo frío, ni lo dulce con lo salado. No dije nada, y me callé.
.
.
.
.
.
.
A vos te parece... Tanta preparación.

Comentarios

Entradas populares